Escapada al Priorat: buenos vinos, paisajes de postal, pueblos y casas con encanto

Escapada al Priorat: buenos vinos, paisajes de postal, pueblos y casas con encanto

Escrito por: Marc    27 marzo 2019     5 minutos

La región del Priorat, también llamada Toscana catalana, es conocida por pueblos y paisajes idílicos, además de sus vinos y las más de 150 bodegas

Se puede afirmar que todo el año es la época ideal para visitar el Priorat. Esta afamada región, que algunos denominan “la Toscana Catalana”, es un templo del silencio, con paisajes idílicos y pueblos presididos por su campanario, con calles y casas solariegas llenas de encanto. Conocida por sus excelentes vinos y con más de 150 bodegas que conforman de interesantes rutas enoturísticas, el Priorat invita a descubrir su patrimonio natural e histórico: a pie de pueblo en pueblo por caminos de herradura, entre viñas, en bicicleta o en coche.

El Parque Natural de la Serra del Montsant, La Cartoixa d’Escaladei… Su riqueza patrimonial e histórica unida a sus míticos vinos y la típica gastronomía hacen de esta comarca un destino ineludible y sorprendente a la vez.

Bodega Priorat 1

Si bien es una comarca de interior de Tarragona, se encuentra a tan sólo 30 kilómetros de la Costa Dorada y a una hora y media de Barcelona.

1. Sumérgete en una comarca con denominación de origen

Para vivir una auténtica experiencia rural, lo más indicado es hospedarse en una casa rural Priorat y, si además es patrimonio histórico, puedes elegir una casa con encanto en el Priorat.

Este tipo de alojamiento es cada vez más habitual entre jóvenes parejas y grupos e incluso familias que desean impregnarse de la cultura del lugar. Vuestros anfitriones os pueden proponer actividades a medida y facilitar el acceso a interesantes experiencias fuera de los circuitos comerciales.

Monasterio Priorat

Una comarca con dos denominaciones de origen del vino, la DO Protegida Priorat y la DO Montsant oferta multitud de actividades enoturísticas y catas para neófitos y también para profesionales, pero siempre es una experiencia personal e intransferible. La mayoría de bodegas son familiares y sus elaboradores transmiten la aventura de la elaboración del vino en primera persona, con sus anécdotas y particularidades. Muchas de las bodegas se encuentran en los rústicos pueblos y otras en entornos únicos como masías rodeadas de viñedos, bodegas centenarias esculpidas en la roca, en las catedrales del vino modernistas, o en las nuevas arquitecturas que se han integrado en los paisajes de pizarra que aquí se denomina licorella. ¿Te lo vas a perder?

Vinedo Priorat

Una buena recomendación es realizar catas en las bodegas cercanas al alojamiento. Teniendo en cuenta que hay bodegas en todos los pueblos, evitar la conducción permite disfrutar de esta actividad plenamente.

Los olivos milenarios que se conservan en la falda del Montsant también dan frutos que se catan por variedades. El oleoturismo tiene adeptos de todo el mundo: un placer para los sentidos que ya puede practicarse en el Priorat.

2. Culturas milenarias, rutas y enclaves mágicos

Bodega Priorat 3

¿Te apetece descubrir los principales enclaves de la cultura prioratina? Esta pequeña comarca ofrece rincones mágicos y diversos sin necesidad de conducir largas distancias. Siurana, el último reducto árabe, se alza en una colina de paredes rojizas sobre el pantano del mismo nombre y nos relata la leyenda de la reina mora. Subirse a la colina donde se alza el pequeño pueblo de Siurana, es acceder al mirador privilegiado sobre la montaña santa, el Montsant, y disfrutar de puestas de sol memorables. A pocos kilómetros de allí se encuentra Escaladei, pedanía presidida por el monasterio de La Cartoixa, fundada por los monjes cartujanos el siglo XII, “cartoixans” y que destaca la figura del Prior que dio nombre a la comarca. El antiguo monasterio nos cuenta la vida de los monjes y nos da la bienvenida a través de la arcada renacentista de Santa Maria que enmarca la entrada al Parc Natural de la Serra del Montsant.

Para los que quieran ahondar en las raíces judías y los legados que han dejado en el Priorat, en Falset, la ruta por la judería ha sido recuperada en una visita que incluye cata de vinos kosher, que se elaboran en bodegas cercanas, y un cuidado menú sefardí en un restaurante local.

3. No olvides poner un buen calzado en tu maleta: senderismo por el Parque Natural y entre viñas

La montaña del Montsant está surcada por pasos o “graus” para acceder a la Serra Major de distinta dificultad, pero todos ellos espectaculares sobre el paisaje de viñas y olivos que dibuja el Priorat. Además, se ha recuperado una amplia red de caminos de carro y herradura que unen los pueblos atravesando viñedos y paisajes con márgenes levantados con piedra seca. Algunas de las excursiones pasan por bodegas donde el caminante puede parar y degustar los caldos que nacen de las tierras andadas.

Puente Margalef Priorat

4. Visita alguno de los templos gastronómicos más cercanos

Cómo estar hospedado en una casa con encanto del Priorat y no pararse a degustar algunos de los platos típicos de la zona. La cocina prioratina incluye los aromas de la dieta mediterránea con el toque mágico de los productos frescos de la zona (KM-0). La cocina tradicional con los platos de siempre y la cocina más creativa, conviven en una comarca que les proporciona materia prima de primera calidad y que permite los maridajes más diversos, tanto como la cantidad de vinos que se elaboran en el Priorat. Una oferta variada con primeras espadas de la gastronomía y la que se elabora en los fogones de las cocinas de las fondas de toda la vida. No olvides dejarte recomendar por los buenos conocedores que no son otros que tus anfitriones. ¡Os esperamos!


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